¿Por qué debe dejar de exponer a sus hijos a la pantalla y cómo hacer que se interesen por el juego creativo?
¿Por qué perjudicamos el desarrollo de nuestros hijos, cuando sabemos lo que es mejor para ellos? ¿Tiene su hijo menos de dos años? Un estudio reciente de la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente ha llegado a la conclusión de que el tiempo frente a la pantalla debe evitarse a toda costa.
Si tu hijo tiene más de 2 años, pero entre 2 y 5, debes limitar el tiempo de pantalla a 1 hora al día. Los niños que pasan más de 2 horas al día frente a una pantalla obtienen peores resultados en pruebas cognitivas y de lenguaje.
Los estudios han demostrado que los niños menores de 2 años aprenden menos de un vídeo que cuando aprenden de otra persona, y parece que aunque los niños miran la pantalla del televisor a los 6 meses, la comprensión del contenido no suele producirse hasta después de los 2 años. No es que no les cautive lo que hay en la pantalla, sino que no aprenden de ello.
Los niños tienen ahora un acceso mucho más fácil a las pantallas que hace una década, sobre todo con la epidemia de covid-19 en aumento.
Puedes creerme cuando te digo que esto tiene un alto precio.
Demasiado tiempo frente a una pantalla puede provocar un adelgazamiento del córtex cerebral, la zona del cerebro relacionada con el pensamiento crítico y el razonamiento. Pasar mucho tiempo con un iPad en las manos puede ralentizar el desarrollo de tu hijo al reducir su foco de interés y limitar sus otros medios de exploración y aprendizaje.
Para fomentar la imaginación y la creatividad, los niños pequeños deben jugar con juguetes, explorar tanto dentro como fuera de casa e interactuar con los demás para aprender a socializar.
Explorar al aire libre es fácil, pero ¿qué debemos hacer si nos quedamos en casa con nuestros hijos?
Puede que pasemos más tiempo en casa por diversas causas, como el mal tiempo, un pequeño resfriado o las continuas restricciones pandémicas.
No hay por qué sentirse culpable, a todos nos pasa alguna vez. Todos estamos cansados a veces, y todos queremos unos minutos a solas de vez en cuando.
¿Te imaginas tener sólo 1 hora al día para ti, cuando sabes que tu hijo está ocupado y no va a sentarse en el sofá pegado a la pantalla y en silencio?
Los niños nunca descansan. No duermen, sino que se cargan como pilas durante el sueño, ansiosos por explorar el mundo en cuanto se despiertan por la mañana.
¿Por qué una hora de silencio con los niños pegados a la pantalla acaba en una rabieta cansada? ¿Por qué parecen inundados de sentimientos que necesitan desahogar? ¿Por qué derraman lágrimas?
Estás aún más agotada que antes y te prometes a ti misma que ésta será la última vez. Y luego repites el ciclo porque tu hijo es un niño muy exigente.
Lo entendemos. Se trata de recuperar por un segundo esa sensación de estar estirada en la cama antes de levantarte para disfrutar de una deliciosa taza de café caliente.
Nos sentimos cansados cuando miramos al pequeñín de este mundo al que adoramos y por el que arriesgaríamos la vida.
¿Qué podemos hacer nosotros, como padres, para mantenerlos ocupados? ¿Cómo podemos mantenerlos interesados todo el tiempo y ser capaces de terminar el trabajo, hacer la colada o simplemente tomar una buena taza de café en nuestro patio sin ponerlos delante de un iPad?
La respuesta es sencilla.
¿Recuerdas tu propia infancia? Seguro que estás pensando que entonces las cosas eran diferentes y no teníamos todas las distracciones y la tecnología que tenemos ahora. Es cierto, pero si te paras a pensarlo, ¿puedes recordar qué era lo que realmente te hacía feliz cuando eras pequeño mientras jugabas?
¿Fue chapotear en los charcos en un día lluvioso, luchar a espadazos con palos o crear increíbles hormigueros con piedras?
Eso es porque los niños siempre encontrarán su propia manera de aprender sobre el mundo. No necesitan tantas luces brillantes y sonidos cambiantes, según nuestras creencias. En cambio, necesitan libertad para explorar el mundo y desarrollar su imaginación.
Los niños ven la magia porque la buscan.
Como dijo una vez Walt Disney, "todos los niños nacen bendecidos con una vívida imaginación".
Pero al igual que un músculo se vuelve flácido con el desuso, la brillante imaginación de un niño palidece con los años si deja de ejercitarla.
No la mates, abrázala.
Seguimos avanzando, abriendo nuevas puertas y haciendo cosas nuevas, porque somos curiosos... y la curiosidad nos sigue llevando por nuevos caminos.
Esto requiere mucha energía, no sólo de nuestros hijos, sino también de nosotros.
¿Qué te parece si una madre que acaba de dar a luz cuida de un niño de 8 meses y otro de 3 años? ¿Qué le parece cuidar de sí misma y de su adorado hijo?
Hemos creado algo que puede cautivarles totalmente para que puedas recargarte, merece la pena.
Es seguro para todas las edades.
Sostenible y fabricado con materiales de alta calidad.
Por último, pero no menos importante, es extremadamente versátil: puede ser el mejor juguete que haya tenido tu hijo o el sofá más cómodo y práctico que pueda caber en su habitación.
A los niños les encantará. Se lo prometemos.
Se perderán totalmente en el juego. Su cerebro y su cuerpo se desarrollarán.
Nuestro sofá suele ser el primer empujón para los niños pequeños. Les permite rodar mientras tú no le prestas atención.
Tu sofá en el salón les enviará sus mejores deseos. Construirán carreras de obstáculos, fuertes, barcos piratas, coches y cavernas.
Dales lo que necesitan.
Tiempo de juego imaginativo.
Aquí llega SHAPPY PLAY SOFA: la revolución en el tiempo de juego.
Tan sencillo.
Porque las mejores ideas siempre lo son.